Estoy en un momento bajo. Puedo admitirlo. Eso debe significar que lograré pasarlo.
Estoy en un momento bajo, ciertamente. No puedo habérmelas con todo lo que me asalta a menos que consiga ayuda y solo hay una persona que quiero que me ayude y esa persona es X. No puedo seguir caminando con mi cuerpo por las calles a menos que ya no exista en su pensamiento y a sus ojos. Las personas tienen este problema con frecuencia, y sabemos que es culpa suya y que tienen que cambiar su forma de pensar, eso es todo. No es un problema honorable. El amor no es serio, aunque puede ser fatal. Leí eso en alguna parte y lo creo. Gracias a Dios no sé dónde está él. No puedo telefonearle, ni escribirle cartas, ni acecharle en la calle.
sábado, 23 de mayo de 2015
Las lunas de Júpiter, Alice Munro
Y ahora que intento ver las cosas serenamente, debería recordar lo que nos dijimos cuando nuestras maletas estuvieron hechas y estábamos esperando el taxi. Dentro de las maletas, nuestras ropas, que habían compartido cajones y espacio en el armario, que habían dado vueltas juntas en la lavadora, y que habían sido colgadas juntas en el tendedero en el que se posaban los martines pescadores, estaban clasificadas y separadas y ya no se rozarían nunca más.
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